Es cierto que la clave temporal de la vida está en vivir el presente. Sólo en el presente podemos ser felices, y vivir instalados en el pasado o preocupados por el futuro, sólo nos traerá melancolía o ansiedad. No obstante, no hay nada malo en volver atrás para recuperar lo bueno del pasado. Nos chirría mirar atrás porque nos han hecho creer que el progreso siempre tiene que ser avanzar hacia delante y crecer. Nos han instalado la creencia de que en el hacer conseguiremos un crecimiento económico y una mayor autonomía personal. Por eso mucha gente y empresas, cuando les comentas esto, piensan que vas en contra del progreso.
En cambio cuando uno se equivoca o se cae en la vida, se levanta e intenta mirar en que se equivocó para que no le vuelva a pasar. La experiencia es fundamental, y determina lo que somos ahora. También a nivel empresarial preguntamos por la experiencia de los clientes para mejorar. Eso también seria aprender del pasado.
A nivel Social, la experiencia sólo se puede adquirir a través del aprendizaje de la memoria histórica. Como sociedad, hubo un momento en que empezamos a sobrepasar el equilibrio entre el hacer por tener y el destruir. Hubo un tiempo en que éramos sostenibles a nivel social y medioambiental. Deberíamos volver a ese punto para ver en que nos equivocamos, y poder así proponer un nuevo modelo de crecimiento social y empresarial más basado en el SER y menos en el Hacer y el Tener. Algunas organizaciones y entidades ya empiezan a dar pasos en este sentido.