A veces, muchos padres y muchas madres nos hacemos estas preguntas: ¿Protejo demasiado a mis hijos? ¿Estoy haciéndolo bien?
La verdad es que la mayoría de nuestros hijos podrían llegarnos a decir: ¡Tengo todo lo que quiero y cuando quiero!
Dos características de nuestra sociedad contemporánea son la facilidad con la que se pueden adquirir las cosas, y una educación demasiado proteccionista de nuestros hijos.
¿Cuál es el motivo?
A lo largo de los años se ha ido creando todo un tejido de facilitación al consumo, de forma que nunca antes había sido tan sencillo adquirir bienes materiales. Al mismo tiempo, gracias a las nuevas tecnologías, también se ha facilitado enormemente la adquisición de información de todo tipo en un solo clic.
Además, muchos padres de hoy en día, bajo la creencia errónea de que hay que evitar que nuestros hijos se queden atrás, intentamos darles todo lo que podemos. Los protegemos pensando que les hacemos un bien.
La realidad de hoy en día sobre la protección a los hijos:
Lo que pasa es que la vida no funciona bajo estos parámetros de facilitación extrema. Así que, acostumbrados a que nos resuelvan las cosas rápidamente, nos volvemos intolerantes al sufrimiento ante cualquier contratiempo. No estamos preparados para gestionar las adversidades normales de la vida.
Valores como: la paciencia, aceptación, esfuerzo, y perseverancia, no se cultivan en nuestra sociedad actual. El resultado es una incapacidad para la gestión de la cotidianidad, y una medicalización exagerada de la vida, tal y como explico en la introducción de mi libro Yo sobre la masa.
Hace poco leí algo que me gustó mucho: Los tiempos difíciles crean a gente fuerte. La gente fuerte hace que los tiempos sean más fáciles. Los tiempos fáciles crean a gente débil, y la gente débil acaba provocando tiempos difíciles. Es un bucle cerrado, y ahora nos encontramos en el momento en que gente débil está creando tiempos difíciles. Por tanto, lo próximo que vendrá serán personas fuertes.
¿Debo de proteger a mis hijos?
A la pregunta inicial de: ¿Protejo demasiado a mis hijos?, cabe destacar que cada padre y madre se replantee que acciones está tomando con su hijo y si cree que debería de tomar conciencia de lo que he comentado anteriormente, y, por lo contrario, si necesita ayuda profesional con un coach profesional para saber hasta qué punto debe de proteger a sus hijos.
Por lo tanto, y como conclusión, y sugerencia de un coach profesional, urge replantearse el consumismo extremo de nuestra sociedad y el exceso de paternalismo educativo.