Este es uno de los mejores consejos que puedo daros en una sociedad como la nuestra: ¡Tómate tu tiempo!
La aceleración y las prisas de hoy en día, nos empujan a la irreflexión, a la precipitación, y a hacer cosas que no serían nuestra primera opción.
Vivimos con el piloto automático puesto. Nuestro SER permanece en un estado de hibernación, y dejamos de utilizar la Razón como deberíamos.
Muchas veces nos apresuramos en dar respuestas y en tomar decisiones, y después nos arrepentimos.
El tiempo juega más de lo que pensamos a nuestro favor. Quizás el tiempo no lo pone todo en su lugar, pero os aseguro que mucho más de lo que creemos.
Tómate tu tiempo para pensar antes de responder, para ver con claridad el camino a seguir, para escuchar tu voz interior, para ver cómo se posiciona tu entorno.
Callar, esperar, escuchar, observar…. Son infinitivos a cultivar en un mundo apresurado, que tiende a anular el razonamiento de las personas.
Me gusta la expresión: ¡Tómate tu tiempo!, porque con tres palabras nos recuerda que hay parte del tiempo que es nuestro y que podemos tomarlo.
Tomemos nuestro tiempo también para descansar, para cuidarnos , para dedicarnos atención.
¡Usemos el tiempo en beneficio de nuestro SER!
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